PEDRO FRIEDEBERG

De origen germánico y judío, nacido en Italia en 1936 y emigrado a México en 1939 al estallar la Segunda Guerra Mundial, su infancia transcurrió rodeado de la comunidad extranjera radicada en México. Friedeberg se dedica en gran medida a la pintura y la escultura, además de diseñar muebles y objetos de uso cotidiano. Sus obras están marcadas por una estética surrealista y poética, caracterizadas por una mezcla de elementos fantásticos, arquetípicos y simbólicos. Sus trabajos han sido descritos como una especie de “magia surrealista”, y su estilo se ha convertido en uno de los principales referentes del arte mexicano.

Entre sus obras más representativas se encuentran El Sillón Sarcófago (1960), el cual consiste en una silla con forma de sarcófago egipcio, el Pórtico de la Gloria (1964), una puerta monumental con elementos neorenacentistas, y El Dios de las Manos (1969), una escultura de una mano humana con los dedos extendidos. Estos trabajos han sido expuestos en
importantes museos y galerías de arte de todo el mundo.

Su trabajo ha recibido numerosos premios y reconocimientos internacionales, y en la actualidad es considerado uno de los más importantes artistas mexicanos.